Es el único jugador de la Liga que ha disputado todos los minutos y está pagando el esfuerzo
Cristiano lleva dos palos en los dos últimos partidos.
Cristiano Ronaldo ha vuelto a perder pegada y el Madrid sufre las consecuencias de la sequía de su máximo artillero. Los goles del portugués son fundamentales y ayer se volvió a demostrar que cuando el crack falta a su cita con el gol, el conjunto blanco sufre para ganar o de hecho no gana, como fue el caso en Riazor.
Cristiano lleva una preocupante racha de dos goles en las siete últimas jornadas de Liga y el Madrid lo ha acusado, cediendo en ese periodo de tiempo dos empates (Almería y Deportivo) y una derrota (Osasuna) que le dejan a siete puntos del Barcelona en la pelea por la Liga.
El portugués vuelve a encadenar tres partidos seguidos sin marcar y la cristianodependencia ha vuelto a salir a relucir. Tras las ajustadas victorias ante Levante y Espanyol, frente al Deportivo llegó el traspié.
Sólo el partido de la Real Sociedad, en el que el 7 blanco anotó un par de goles, amortiguan la mala racha de Cristiano con el gol en las últimas semanas. Lo cierto es que el portugués no está teniendo suerte, ya que ayer estrelló un balón en el palo y lo mismo hizo ante el Lyon el pasado martes, cuando estrelló en la madera un golpe franco.
Pero no es sólo cuestión de Cristiano. En Gerland, Ramos mandó un cabezazo al larguero, y Adebayor también se encontró con el palo ayer en Riazor. Total, cuatro postes en dos partidos.
El caso es que Cristiano está en crisis goleadora y de ello se ha aprovechado no sólo el Barcelona, poniendo tierra de por medio en la lucha por la Liga, sino también Messi en el duelo particular que mantiene con el madridista por el Pichichi y la Bota de oro. El argentino marcó al Mallorca y se pone por delante en la clasificación de máximos goleadores con 26 tantos.
El mismo día en que Cristiano se convertía en el jugador de campo con más minutos disputados en la Liga, su mala racha cara a gol se prolongaba un poco más. Algunos empiezan a responsabilizar al cansancio del bajón goleador del portugués. CR7 no ha tenido ni un respiro e, incluso, se jugó todo el partido en Riazor a pesar de que arrastraba unas molestias en el tobillo izquierdo tras el choque de Champions ante el Olympique de Lyon.
Mientras Cristiano sigue con la pólvora mojada, Benzema volvió a las andadas y no pudo mantener el idilio con el gol que le había llevado a marcar en los dos últimos compromisos del Real Madrid ante Levante y Lyon. El francés lo intentó de todas las maneras posibles, pero no pudo sacar las castañas del fuego como hizo en Francia.
Falló la artillería
Mourinho sacó toda la artillería y el Madrid acabó el partido con Adebayor, Cristiano, Benzema, Di María y Özil en el campo, pero no hubo manera. El Madrid no encontró el gol a pesar de que fue una máquina de generar oportunidades. Hasta en 21 ocasiones el conjunto blanco remató a puerta, pero no hubo manera. El Depor sólo tiro cuatro veces.
A la superioridad en el remate también se une la de la posesión. En el segundo tiempo, el Madrid elevó a un 70% el control del balón, pero el hecho de volcarse en la portería del Deportivo no tuvo recompensa para los blancos.
